El Concepto de Regularidad de los Poderes Masónicos, adoptado en todo el mundo, tiene en cuenta varios aspectos. En cuanto a su origen, los Poderes Masónicos deben estar formados por Logias Masónicas Regulares, tener su área de jurisdicción bien definida y no estar en conflicto con otros Poderes, o tener el reparto de territorio otorgado por ellos. Además, se deben seguir varios principios legales, morales y éticos.
Los Poderes Masónicos Regulares deben guiarse por la creencia en un Ser Creador Supremo, llamado Gran Arquitecto del Universo, y en la existencia de una vida futura. Debe haber absoluta obediencia a las antiguas tradiciones, usos y costumbres masónicas, además de la observancia de la Constitución de Anderson adoptada por la Gran Logia de Inglaterra en 1723, y otros diplomas legales que predican la mejora humana en los aspectos morales, intelectuales y espirituales. Los poderes masónicos regulares también deben seguir estrictamente las leyes de su país, adoptando los principios de Legalidad, Impersonalidad y Transparencia.

La Gran Logia de Paraná tiene Tratados de Reconocimiento y Amistad con 150 Poderes Masónicos en Brasil y en el exterior, incluyendo la Gran Logia Unida de Inglaterra – UGLE, conocida como la “Gran Logia del Mundo”.
En Brasil, los Poderes Masónicos reconocidos a nivel nacional e internacional son las Grandes Logias, miembros de la Confederación de la Masonería Simbólica de Brasil -CMSB, de la cual somos parte, los Grandes Estados Orientes, afiliados a la Confederación Masónica de Brasil – COMAB, y el Gran Oriente de Brasil – GOB. Ninguna otra organización en lo que se llama Francmasonería es reconocida por la Comunidad Masónica Internacional Regular.
La Gran Logia de Paraná, como Obediencia Masónica regular y reconocida como tal por la Comunidad Masónica Regular Nacional e Internacional, trabajará siempre, a través de sus Logias jurisdiccionales, para el mejoramiento de sus miembros, para que contribuyan a la felicidad y progreso de humanidad.